De la nada te perdí entre la niebla
Las nubes de la envidia y el pecado llenaron nuestros ojos
Ataron con orgullo nuestro corazón
Callaron nuestros labios que alguna ves entre si se buscaron
Si fueras consciente de las noches en vela que plantaste en mi al partir
Si hubieses oído las palabras de este mortal
No te hubieses alejado en silencio
Y aun tu mirada iluminara mis senderos
Pero el destino es inconforme con nuestra rutina
Y nos tienta con desafíos inesperados
Haciendo que nuestros sentimientos se prueben al fuego
Como el oro mas valioso
Como el soldado en el furor de la batalla
Pero regresaste como traída por la marea de la noche azul
Mi corazón al verte sonreír latió de nuevo
Nació la esperanza en el deseo
De mirarte
De besarte
De amarte una vez mas
Una nueva oportunidad me ofreció el destino de tomar tu mano
Como por vez primera mi alma se sintió comprendida
Mi lamento por las nubes fue leido
Tu mi deseo
Tu mi delirio
MARDOQUEO
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