martes, 23 de marzo de 2010

SIN NOMBRE13



Sediento de alma miro el horizonte
Se evaporan los sueños que en silencio cultive
Lentamente el sol se pone ante mis ojos


Se acaba la tarde, nace anti mi la noche


La inmensidad del horizonte espanta mis miedos
Tus ojos se convierten en estrellas
Que en el fondo todo lo ven
Todo lo observan


Las olas del mar rompen ante mis ojos
La noche arropa el infinito con su mando violeta


Es la luna un reflejo sobre el mar
Me invade,
Me posee en silencio la inmensidad del ocaso


Ya no hay mas gaviotas humedad
Y la sal llega a mi boca como sazonando el anochecer


Y yo en silencio solo soy un espectador mas
De la inmensidad de la noche senil


MARDOQUEO

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