Un día llegaste de la nada
Iluminaste cada rincón de mi morada
Limpiaste telas de araña removiendo sensaciones olvidadas
De la nada implantaste sonrisas por doquier
La luz toco mi piel
Y la felicidad desbordaba el ambiente
Mi actos se purificaron
Había algo diferente ya, mi mirada había cambiado
Ilusión alucinante quizás
Ayer eras un nuevo motor que sobrellevaba el dolor de un alma enfurecida
Hoy tratas con desprecio los obsequios de mi boca enamorada
Sin querer cambiaste las risas por nuevas lagrimas navegantes
Las que en un nuevo silencio otra ves escondere
MARDOQUEO
0 comentarios:
Publicar un comentario