domingo, 27 de diciembre de 2009

Casi Ensayo De La Soledad Invisble

Hoy tengo ganas de escribir algo diferente, tal vez poema no nacerá hoy, a lo mejor un síntesis o un ensayo analista de una vida en decadencia, olvidada y solitaria, asi como Eco escribe sobe números, yo escribo sobre la soledad invisible. La soledad invisible, aquella que solo sentimos en nuestro interior, aquella que más nos acompaña justo cuando a más gente tenemos a nuestro alrededor, o aquella que nos atemoriza justo cuando mas excitados estamos ante la vida que nos rodea.

Dicha soledad, es una enemiga oculta, irrevocable de supuesto en el inframundo del subconsciente, adereza las noches con tintes de melancolía, y se mezcla en los sueños volviéndolos pesadillas en países lejanos de hadas sagradas. Podre decir algún día mi amiga soledad, pero aquella amiga y compañera del poeta, del músico, del pintor, y del bohemio es la que con su presencia invita a las musas a pasar ante tu ventana, y regala a doquier la inspiración de una nueva obra o un nuevo parlamento, esa si la extraño.

Parece mentira hablar de la soledad, amar y odiar a un de las situaciones del hombre más temida después de la muerte, pero pos yo en cambio extraño mi muerte y añoro la soledad. En silencio y sin compañía escribo mis pensamientos, sentimientos y anotaciones, sintiéndome a gusto con mis resultados momentáneos, así en las leídas posteriores el Backspace haga fiesta, esa soledad la que me deslumbra de luz en silencio de mis poesías, esa soledad amo yo, esa soledad extraño en momentos difíciles como los actuales, pero mas aun esa soledad me enamoro una noche de colegio con la luna llena mostrando su desnudez por mi ventana y mi corazón partido como de costumbre.

En cambio no puedo hacer más que dejarme poseer de la compañía abrumadora de la nada, la misma nada que me despierta con un sabor amargo en mi boca, como de resaca amorosa; sintiéndome meramente culpable de un mal mutuo o de castigo alguno. Maldita soledad invisible, te escondes entre las miradas de muchos y las criticas de otros, te alimentas de la hipocresía de algunos y te burlas de mí en las manos de mis enemigos.

Al parecer solo se siente mi corazón, parte de el murió en el ayer, y su otra mitad sobrevive con miedo y pánico de esperar y confiar en el mañana. Al parecer tengo es miedo de mi mismo, y por ende de mi propia soledad invisible, ya que como tal no existe, solo es un fantasma del ayer que reencarno en los brazos de mis culpas. A lo mejor serán ángeles que me llaman por mi nombre y me recuerdan mis pecados y sus consecuencias, o, en el peor de los casos será esa voz femenina y conocida, que no recuerdo su procedencia y a quien pertenece, pero que me lleva del cielo a infierno con una sola palabra.

Resumiendo este ensayo de mis múltiples locuras, en el fondo de mi ser se esconde un gran demonio, que me despierta en las noches y atemoriza mis despertares. Es un sentimient sin nombre o raza, sin edad ni mente, solo le he llamado soledad invisible para poder reconocer a quien culpar de mis pesares.


MARDOQUEO

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